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enero 15, 2021Por Rubén Arocas
En este post vamos a explicar la importancia de la adherencia a la hora de seguir cualquier rutina alimentaria o comúnmente llamada dieta.
Actualmente nos encontramos con un amplio abanico de “dietas” o protocolos nutricionales. La dieta «de moda» siempre es vendida como la más saludable y beneficiosa para la salud. En los últimos meses estamos oyendo y leyendo sobre algunas: el ayuno intermitente, la dieta cetogénica, paleolítica, vegana…
Esto, en ocasiones, confunde a la sociedad, ya que no todo el mundo es experto en nutrición. Pensar que todos los protocolos son aptos para todo el mundo y tienen que funcionarnos sí o sí, es un error.
¿Pero entonces, cuál es el plan nutricional más saludable? La respuesta es muy fácil, todos. Cualquier protocolo bien estructurado y equilibrado, puede ser saludable. La única clave para que el paciente consiga sus objetivos y disfrute del camino es poder lograr una adherencia a la dieta.
La clave para lograr la adherencia
La principal clave es invertir las ideas:
- Debes elegir un plan nutricional que se ajuste a ti, personalizado, y no ser tú el que modifique la mayoría de aspectos de tu vida para intentar seguir un papel que dicta qué y cuándo comer.
- El profesional al que acudes es el que se tiene que ajustar a tu día a día y para ello, es fundamental tener una primera cita donde establecer cómo son tus pautas, tus horarios, gustos, etc.
Muy rara vez, por no decir nunca, vas a poder cumplir con una dieta donde estés todo el día pasando hambre, comiendo cosas que no te gusten o en horarios que no son los tuyos. Esto lo único que te va a aportar es una mala relación con la comida y es lo último que debería pasar.
Por lo tanto, la clave para lograr conseguir los objetivos nutricionales que nos planteemos, es que la dieta esté adaptada a tu estilo de vida.
¿Por qué fracasa mi dieta?
El fracaso o la renuncia al plan nutricional no se explica con una sola una causa, son muchos los factores que te pueden estar desmotivando o frustrando y por eso no llegas a cumplir tus objetivos impidiendo la adherencia a la dieta. A continuación te señalo algunos de ellos:
- Restricciones.
- Uno de los ejemplos más claros es el ayuno intermitente: es un protocolo en el cual estamos “x” horas sin comer y “x” comiendo. El más común suele ser 16/8, es decir, 16 horas sin comer y 8 comiendo. Esto no quiere decir que el protocolo de ayuno no tenga beneficios, que los tiene y muchos. Sin embargo, mal estructurado puede llegar a ser muy peligroso y no es apto para todo el mundo: hay mucha gente que no lleva bien estar 16 horas sin comer. En ocasiones, lo que provoca hacer ayunos es un pensamiento continuo de: “me quedan cuatro horas para poder comer, me quedan dos…” Lo que puede derivar en ansiedad o en una mala relación con la comida. No hay que olvidar que el factor mental es crucial en nutrición.
- Alimentos prohibidos.
- Otro de los aspectos que dificultan la adherencia a las dietas es la prohibición de ciertos alimentos a consumir. ¿Cuántas veces habéis escuchado eso de que el plátano engorda? ¿De verdad conocéis a alguien con problemas de peso por comer plátano? Por supuesto que no. Volvemos a lo mismo, en un plan bien estructurado tiene cabida la inmensa mayoría de alimentos, eso sí, tienen que ser de calidad y por supuesto el cocinado influirá mucho (mejor hornear o cocinar alimentos a la plancha antes que freír).
- Tiempo.
- Y principalmente, hay que tener claro que una dieta no dura tiempo limitado, de ahí que no me guste el termino dieta. Lo que debéis de buscar es un cambio de hábitos, donde comáis de forma saludable el 80 o 90% de vuestra semana y por supuesto que no os sintáis mal por disfrutar de una cena o comida dándoos vuestro capricho. En ese punto, es donde está el éxito, cuando comemos con alimentos reales, con productos de calidad la mayoría de nuestro tiempo y lo que es más importante, que no nos sentimos mal por darnos un capricho un día. Porque al día siguiente, vamos a volver a nuestra alimentación y a seguir con nuestro estilo de vida.
Ahora es tu turno
En definitiva, un protocolo nutricional está hecho en gran medida para facilitarnos nuestro día y no estar pensando en comida constantemente. No existe la dieta perfecta, sino el protocolo perfecto para la persona concreta.
Es importante a nivel mental, salir de una consulta sin una sensación de tener innumerables prohibiciones y pautas estrictas, sino que tengas la tranquilidad de que puedes comer prácticamente de todo y de forma variada. Esto te va a ayudar a lograr esta conexión y de disfrutar del proceso.
La clave del triunfo para conseguir adherencia a la dieta es conseguir una conjunción y una rutina. Sentirnos identificados con el plan de alimentación que nos hemos propuesto, dejando a un lado las restricciones abusivas, el miedo a determinados alimentos y la ansiedad.
Si estas buscando asesoramiento nutricional, puedes contactar conmigo desde la web de Urban o en mi página de Facebook.